SEPAR alerta sobre el retroceso en la lucha contra la enfermedad
La tuberculosis, una enfermedad prevenible y curable, vuelve a ser motivo de preocupación en España. La incidencia ha crecido un 7% en el último año, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Este repunte pone en riesgo los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir la incidencia global en un 90% y la mortalidad en un 95% de cara a 2035.
Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, recordando la urgencia de combatir una enfermedad que sigue siendo una de las infecciones más letales a nivel mundial.
Cerca de 4.000 casos anuales en España
La incidencia de tuberculosis en España se sitúa en 8,2 casos por cada 100.000 habitantes, lo que equivale a aproximadamente 4.000 nuevos diagnósticos al año. El doctor Jan Pau Millet, miembro del Programa de Investigación Integrado de Tuberculosis de SEPAR, alerta de que «los casos siguen aumentando cuando deberían estar en descenso».
A nivel mundial, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte por enfermedad infecciosa, con 10,5 millones de nuevos casos y 1,3 millones de muertes cada año. Factores como el retraso en el diagnóstico y el abandono de los tratamientos dificultan su erradicación. Según Médicos Sin Fronteras, cada tres minutos un niño o niña fallece a causa de esta enfermedad.
Perfil de los afectados y grupos de riesgo
Contrario a la creencia popular, el 50% de los casos en España afectan a población autóctona, desmontando el mito de que se trata de una enfermedad importada. Entre los grupos más vulnerables destacan:
- Personas con depresión o en situación de exclusión social
- Consumidores de drogas
- Población penitenciaria: en 2024 se han registrado 31 casos en prisiones, según el Ministerio del Interior
- Migrantes y refugiados, debido a las dificultades de acceso a diagnóstico y tratamiento, según Cruz Roja Española
Estrategias urgentes para frenar la tuberculosis
SEPAR insiste en la necesidad de mejorar la detección precoz y garantizar el acceso a pruebas diagnósticas rápidas. Según el doctor Julio Ancochea, presidente del Comité Científico de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad, es imprescindible un enfoque integral que combine esfuerzos sanitarios y sociales para reducir su impacto.
Los expertos coinciden en que, sin una inversión adecuada, los objetivos de la OMS para 2035 serán difíciles de alcanzar. La tuberculosis sigue siendo un desafío global que requiere atención urgente.