La halitosis, comúnmente conocida como mal aliento, es un problema que va más allá de la simple higiene bucal. Inspirados en la mitología griega, los científicos exploran este fenómeno que puede ser indicativo de problemas de salud subyacentes.

¿Qué es la Halitosis?

La halitosis se produce cuando la película lagrimal que protege y lubrica la superficie del ojo no es adecuada. Esta película lagrimal está compuesta por tres capas: una capa lipídica (grasa), una capa acuosa (líquido) y una capa mucinosa (moco). Cuando alguna de estas capas se altera, se produce sequedad ocular.

Más Allá de la Higiene Bucal

La halitosis puede ser una señal de problemas en el intestino, los senos nasales o incluso el torrente sanguíneo. Es tan relevante que se utiliza en diagnósticos médicos, como en el caso de la diabetes mellitus, donde el aliento afrutado puede señalar cetoacidosis diabética.

Dietas y Efectos Secundarios

Algunas dietas, como la Atkins o el ayuno intermitente 5:2, buscan la producción de cetonas para la pérdida de peso, lo que puede llevar a un característico mal aliento. Además, se mencionan efectos como la “entrepierna cetogénica”, un fuerte olor genital asociado a estas dietas.

Soluciones y Prevención

Para combatir el mal aliento, se recomienda:

  • Buena Higiene Bucal: Incluyendo el cepillado de dientes y lengua, uso de hilo dental y visitas regulares al dentista.
  • Dieta Rica en Verduras de Hoja Verde: Contribuye a un aliento más fresco.
  • Dejar de Fumar: Abandonar el tabaco también ayuda.

Recuerda que mantener una botella limpia es esencial para tu salud. ¡Hidrátate de forma segura!

Este artículo fue escrito por Dan Baumgardt, profesor de la Escuela de Fisiología, Farmacología y Neurociencia de la Universidad de Bristol, y publicado originalmente en The Conversation bajo licencia Creative Commons