Las especias han sido parte esencial de la dieta humana durante miles de años. Hoy en día, es común sazonar papas fritas con pimienta, disfrutar té de jengibre o agregar canela a los postres. Sin embargo, en los últimos años, algunas especias han ganado una reputación de «superalimentos» gracias a sus supuestos beneficios para la salud.

La cúrcuma: de la tradición asiática a las cafeterías del mundo

Un ejemplo de esto es la cúrcuma, una especia empleada desde hace milenios en Asia que se ha popularizado en cafeterías occidentales, especialmente en forma de «latte dorado». Durante la pandemia, surgieron rumores sobre su capacidad para «fortalecer el sistema inmunológico» y proteger contra enfermedades.

¿Realmente benefician las especias a la salud?

Pero, ¿qué tan ciertos son estos beneficios? ¿Pueden las especias realmente mejorar nuestra alimentación y reducir riesgos de enfermedades? E, incluso, ¿pueden tener efectos adversos?

Los beneficios y controversias del chile

El chile es una de las especias más comunes y ha sido objeto de numerosos estudios sobre sus posibles efectos en la salud. La capsaicina, el componente activo del chile, interactúa con los receptores de temperatura en el cuerpo, generando una sensación de calor. Algunos estudios han sugerido que la capsaicina podría tener efectos beneficiosos para la salud a largo plazo.

Por ejemplo, un estudio italiano en 2019 encontró que las personas que consumían chile cuatro veces por semana tenían un riesgo menor de mortalidad en comparación con quienes no lo consumían. En China, una investigación realizada en 2015 sobre casi medio millón de adultos reportó que quienes consumían alimentos picantes casi todos los días tenían un 14% menos de riesgo de muerte en comparación con aquellos que los consumían esporádicamente. El estudio observó que el consumo de chile se asoció con un menor riesgo de muerte por cáncer, enfermedades cardíacas y respiratorias, según Lu Qi, profesor de nutrición en la Escuela de Salud Pública de Harvard.

El consumo de chile: una cuestión de constancia

A pesar de estos hallazgos, no significa que empezar a consumir grandes cantidades de chile ofrezca beneficios inmediatos o una protección garantizada contra enfermedades. El estudio chino, por ejemplo, siguió a sus participantes durante un promedio de siete años, por lo que los efectos beneficiosos observados pueden ser acumulativos y no evidentes en el corto plazo.

El profesor Qi explica que el menor riesgo de enfermedad observado podría estar relacionado con la capsaicina, la cual parece mejorar algunos aspectos del metabolismo, como los niveles de colesterol y la inflamación. Aunque prometedores, estos hallazgos sugieren que el consumo regular de chile podría ser uno de varios factores que contribuyen a una vida saludable.

En conclusión, si bien el consumo de ciertas especias, como el chile y la cúrcuma, puede estar asociado con beneficios para la salud, estos efectos suelen ser a largo plazo y dependen de una variedad de factores adicionales.